Son pequeños radares móviles, de no más de 50 cm de longitud, y se colocan en lugares donde no suele haber ningún tipo de radar. Además, los agentes no están obligados a identificarlos cuando los utilizan, a diferencia de los radares fijos. Se distribuyen por diferentes regiones de la geografía de España y pasan desapercibidos para los conductores.
Los radares Velolaser combinan la tecnología 4G con una duración de la batería de 5 horas, por lo que pueden monitorearse desde cualquier lugar. Cada uno de estos dispositivos cuesta unos 14.000 euros y es muy eficaz, ya que puede detectar el paso de un infractor a entre 15 y 50 metros, hasta dos carriles de su ubicación y a una velocidad de 30 a 250 km/h.
Estas cámaras son portátiles, por lo que su ubicación puede cambiar. Pero este mapa se puede utilizar para averiguar dónde se encuentran normalmente. Al hacer zoom en el mapa, puede ver la ubicación de cada radar Velolaser en detalle. Del mismo modo, también puede usar el menú desplegable de la izquierda para acceder directamente a la cámara de velocidad respectiva. El mapa se actualiza casi en tiempo real y es una herramienta muy útil si quieres saber la ubicación de estos radares, aunque la mejor manera de evitar una sanción es respetar el límite de velocidad.
Gracias a la red SocialDrive, donde los usuarios comparten información de tráfico en tiempo real, conocimos la ubicación exacta de los radares DGT 60 Velolaser. Estos usuarios crearon este mapa personal en Google Maps con la ubicación habitual de estos dispositivos en nuestras carreteras, la mayoría de las cuales se concentran en el centro y oeste peninsular.
¿Cómo utiliza la Guardia Civil el radar Velolaser? El funcionamiento del radar de tráfico Velolaser es el mismo que el de cualquier otro radar de tráfico normal, pero el tamaño es mucho menor. Con una altura mínima de 50 cm, puede montarse bien en un trípode ajustable con una altura de solo un metro, o colgarse con un polémico clip en una valla metálica de hierro.
Los radares Velolaser también se pueden instalar en cualquier vehículo de la flota de la Guardia Civil y, por primera vez, forman parte del equipamiento de las patrullas motorizadas. Colocado junto a la carretera, Velolaser es capaz de detectar infractores que pasan entre 15 y 50 metros y hasta dos carriles de distancia de su ubicación y con un radio de circulación que puede alcanzar los gálibos, desde un límite de 30 km/h hasta una velocidad de 250 km/h