La DGT plantea reducir el límite de velocidad de las carreteras secundarias a 80 km por hora. El motivo (oficial) es por el nada halagüeño dato en cuanto a las víctimas de accidente de tráfico que nos arroja el final del verano.
Este período estival se ha incrementado la cifra de fallecidos en un 15% conrespecto al año pasado y, según apunta el director de tráfico, Pere Navarro, la velocidad se cuela entre las causas principales de tales accidentes.
Reducir el límite de velocidad y aumentar el número de radares
Las soluciones que baraja la DGT no se reducen tan solo a limitar la velocidad a 80 kilómetros por hora, sino que está sobre la mesa también el incrementar los radares fijos y móviles, todo un clásico en el organismo oficial de tráfico, cuya eficacia es cada vez más difícil de justificar.
Según informa el director de tráfico, a raíz de los datos obtenidos de la Comisión Europea, la comparativa con otros países permite concluir que reducir el límite de velocidad en estas carreteras es la medida adecuada para que disminuya la siniestralidad.
En el mes de agosto, los accidentes en carreteras secundarias han supuesto el 77% de las víctimas mortales de este verano, lo que se traduce en un total de 197 muertos en los últimos meses.
Es por ello que España pretende aumentar el número de radares fijos y móviles y acercarse cada vez más a la media de otros países europeos, como Francia, que triplica los de España al disponer de casi 4.000 cinemómetros.
Reducir el límite de velocidad y aumentar los controles
Casi una cuarta parte de los fallecidos en carreteras secundarias a lo largo de estos meses vacacionales se han debido a accidentes por salida de la vía. En la mitad de los casos la causa era el exceso de velocidad, y en la otra mitad el consumo de alcohol y drogas. Debido a estos resultados, la DGT centrará sus esfuerzos en aumentar los controles en estas carreteras.
Desde WavyDrive consideramos que la educación vial, la concienciación y la prudencia son fundamentales para frenar la siniestralidad en nuestras carreteras, que en los últimos meses se han cobrado 259 muertos, pero nadie puede quitar el ojo a otras dos claves: el mediocre estado de conservación de gran parte del trazado vial español, y las bajísimas exigencias en cuanto al buen estado mecánico de los vehículos.