Te contamos las principales razones por las que deberías pasar por el taller.
Localizar los primeros ‘síntomas’ de que nuestro coche tiene algún fallo o para pasar cuanto antes por el taller, nos puede ayudar a ahorrar mucho dinero en mecánicos o a evitar que cuando lo llevemos sea demasiado tarde.
A continuación algunas de las cosas que debes de tener en cuenta:
Un ruido extraño: En ocasiones y según las características del ruido se puede saber que pasa, pero en otras averiguar su origen puede ser bastante más complicado. Ante la duda, lo más recomendable es que le echen un vistazo en un taller.
El color del humo: Fijate en el color del humo que sale del tubo de escape. Si es azulado, puede significar que ha entrado aceite en la cámara de combustión, que el turbo o algún elemento del motor están gastados. Lo más recomendable es llevarlo a un taller.
Un olor diferente en el interior del coche: Si percibes un olor de gasolina dentro del coche, esto puede suponer una fuga en el sistema de combustible o en el sistema de emisiones, mientras que un olor desagradable puede suponer problemas en el catalizador.… El olor nos puede dar una pista de la avería.
Testigo encendido en el cuadro de mandos: Si no somos capaces a identificarlo, lo mejor es que lo vea un experto.
Cualquier otra anomalía: Si notamos cualquier alteración en nuestro vehículo relacionada con frenos, estabilidad, fallos, ruidos… Esto puede ser la evidencia de que algo no va bien, de ser así lo más recomendable es hacer una revisión al coche.
Antes de un viaje largo: Es importante que revises bien el automóvil y que compruebes que este está en perfecto estado antes de ponernos en marcha. En ese caso has de revisar sobre todo la batería, los niveles de líquidos del coche, los frenos, los neumáticos, el sistema de frenado, los limpiaparabrisas…
Revisión pre-ITV: Para evitar sustos, lo más recomendable es que comprobemos el perfecto estado del vehículo antes de pasar por la Inspección Técnica de Vehículos. Hay que realizar una revisión en profundidad y especialmente en los puntos de control.
Revisión periódica: según el estudio GIPA, los coches que no hacen mantenimiento preventivo tienen de media un 38% más averías. Es el fabricante del coche el encargado de indicar cada cuánto tiempo o kilómetros el automóvil debe ser revisado y qué puntos se deben controlar.
Comprobación del aceite y cambiar el filtro: Sin duda, uno de los elementos más importantes, ya que es fundamental para que el motor funcione correctamente. Si el vehículo se queda sin aceite, el motor se puede gripar por completo.
Cambiar una bombilla: Esta puede ser en algunos coches una tarea complicada. Y es que hoy en día y según el tipo de vehículo puede ser necesario desmontar el faro entero. Si hablamos de iluminación xenón, todavía resulta más difícil y es necesario que sea realizado por un experto.
Y recuerda que además WavyDrive, te avisa sobre la base de tus hábitos de conducción de cuando tienes que ir al taller para que no tengas que poner los 5 sentidos en tu coche.