Dejar el coche parado durante mucho tiempo es una de las formas más sencillas de que pueda sufrir averías. Los vehículos necesitan ‘andar’ de vez en cuando para que sus piezas no se oxiden ni se anquilosen. Y es que se podría decir que los coches son como el cuerpo humano: La falta de uso se traduce en el deterioro de algunas de sus piezas. Pero, ¿cuáles son las averías más frecuentes por dejar el coche parado durante mucho tiempo?
Los neumáticos pueden dañarse si el coche está parado mucho tiempo
Cambiar los neumáticos del coche no es precisamente la actividad favorita de los conductores, especialmente si tenemos en cuenta el precio de tener que hacerlo. Pero una de las consecuencias de dejar el coche parado durante mucho tiempo es que el peso del coche acabe deformando las ruedas. Por eso, si sabes que vas a estar un tiempo prolongado sin coger el coche lo ideal es que lo dejes apoyado sobre unas borriquetas. Otra opción, aunque menos eficaz es la de inflar los neumáticos con un 1,5 bar de presión menos para que la cubierta no se deforme tanto.
Cambiar el líquido de frenos
Aunque el coche no se coja, el líquido de frenos deberá cambiarse cada dos años para evitar averías en el coche. De no ser así, el éter que tiene este líquido puede acabar convirtiéndose en agua y producir averías en los frenos por la ebullición del líquido, así como en los grupos hidráulicos de los sistemas ABS.
El motor también puede dañarse por dejar el coche parado durante mucho tiempo
El motor es otra de las piezas del coche que pueden dañarse si no se usan, aunque en este caso muchas veces es porque el aceite puede escurrir hasta el cárter, lo que provoca que las paredes de los cilindros y los segmentos de los pistones se queden totalmente secos; produciendo oxígeno y haciendo que los aros de los pistones se peguen unos con otros.
Si ocurre esto, puede aplicarse un poco de aceite de lámpara por el agujero de la bujía en los coches de gasolina o del calentador cuando es de diésel. Luego se tendrá que girar la mecánica para que se limpie el interior y se despeguen los segmentos. Finalmente déjalo secar y echa un poco de aceite para motor en el cilindro.
Una forma de impedir que esto ocurra es procurando poner el coche en funcionamiento al menos una vez al mes, esto activará los propulsores del motor.
A veces el problema puede solucionarse tan sólo con un poco de gasolina nueva y unas pinzas de arranque.
Por otro lado, si algunos elementos se quedan sin aceite con el que estar en contacto, pueden hacer que las gomas se resequen y se agrieten, provocando fugas de aceite. Y si se tienen fugas internas será motivo de acudir al mecánico. Estas pueden verse si el coche echa humo azulado por el escape cuando se arranque.
También la distribución puede verse afectada si existe falta de aceite en los taqués hidráulicos.
Fallos en el sistema del aire acondicionado por no usar el coche
Otra de las averías que más sufren los conductores cuando tienen mucho tiempo el coche parado se encuentra en el sistema del aire acondicionado. Ya que para que este funcione y esté bien lubricado siempre es necesaria la circulación del fluido refrigénico. Así que si es posible, pon en marcha el aire acondicionado al menos una vez al mes durante un rato. Evitarás futuros problemas.
Averías en caja de cambios y diferenciales por desuso del vehículo
La caja de cambios y los diferenciales, como ocurre con el motor, también necesitan de aceite para estar en buen estado y limpios. Así que si se está mucho tiempo sin usar el vehículo, los piñones, los sincronizadores y las horquillas pueden oxidarse y causar averías en estos sistemas.