Antes de que el embrague de tu coche diga hasta aquí y tengas que formular la dura pregunta de cuánto vale cambiar el embrague, aquí van unos consejos para cuidar el embrague como es debido. Sólo así es posible alargar la vida útil de esta pieza fundamental de los vehículos manuales y no darle un susto a tu bolsillo en el momento más inesperado.
Pisa a fondo el embrague al cambiar de marcha
Aunque el mecanismo del embrague es aparentemente sencillo, los malos hábitos al volante pueden hacer que esta pieza se desgaste mucho más rápido y acabe con una grave avería que requiera su sustitución.
Una de las mejores formas de cuidar el embrague es hacer un buen uso de este pedal. Si usamos el embrague de manera inadecuada al cambiar de marcha estaremos fomentando su deterioro y acabado con su vida poco a poco.
La manera correcta de hacerlo es pisando el pedal a fondo y sólo hacerlo cuando sea estrictamente necesario. De forma contraria, podemos favorecer las fricciones y los cambios bruscos que afectarán de manera negativa al embrague.
Una forma de cambiar este mal hábito es asegurarte de que en tu posición de conducción habitual puedes llegar a presionar el embrague hasta el fondo. De no ser así, lo mejor será cambiar el asiento. Tu embrague te lo agradecerá.
No utilices más de la cuenta el embrague para no desgastar los frenos del coche
Muchas veces el embrague no se utiliza exclusivamente para su fin, algunos conductores parecen preferir que éste se desgaste en lugar de los frenos. Pero desde ya te decimos que el embrague es bastante más caro de cambiar que las pastillas de freno.
En caso de retención en la carretera por atasco o semáforo pon punto muerto en lugar de pisar el embrague. Sino tu embrague sufrirá un sobreesfuerzo nada necesario.
Pisa el embrague con suavidad
Pisar el embrague a fondo no es sinónimo de hacer un uso brusco de él. Nos referimos a que a la hora de conducir intenta no soltar el embrague demasiado rápido. Una forma de saber que no se está haciendo bien es notar vibraciones al soltar.
También es importante arrancar el coche de manera suave. Suelta el pedal del embrague poco a poco y acelera lo justo, sin alcanzar las 1.500 rpm. Las revoluciones podrán ir aumentando conforme se vaya calentando el motor.
Las manos y los pies deben estar coordinadas al pisar embrague y cambiar de marchas
Otro mal hábito común que hace que el embrague tienda a estropearse es tratar de accionar la palanca de cambios cuando aún no se tiene bien presionado el embrague.
Para cuidar el embrague de tu coche lo ideal es que primero pises el embrague a fondo y luego muevas el pomo, e intenta no soltarlo hasta que hayas introducido la nueva marcha. Tampoco es buena idea apoyarse sobre el pomo de cambio de marchas, ya que este gesto tonto puede deteriorar el mecanismo del embrague.
Intenta aparcar en llano siempre que sea posible para cuidar el embrague de tu coche
La manera en la que aparques el coche también determinará el estado del embrague y que su vida útil sea mucho más larga, o todo lo contrario.
Cuando el vehículo se aparca en pendiente el embrague se deteriora mucho más que cuando se puede aparcar en llano. Otra forma de hacer sufrir al embrague son las maniobras imposibles al aparcar. Por lo que siempre que sea posible elige aparcar en aquellos lugares en los que menos maniobras tengas que hacer.